martes, 24 de julio de 2007

Más y más

Suma y sigue. Desde el descanso, no puedo evadirme de la actualidad política leganense que se queda ya, a estas alturas, sin calificativos.

Leganés vive un nuevo episodio de esta tragicomedia en la que se ha convertido el Ayuntamiento de la localidad. El que debía ser primer Pleno municipal del nuevo equipo de gobierno pasará a la historia por convertirse en el `no pleno´.

El órdago lanzado la pasada semana por el alcalde de Leganés, Rafael Gómez Montoya, a los cuatro concejales que no apoyaron su candidatura, dejándoles sin competencias de gobierno, le ha salido muy, muy caro.

Los cuatro ediles han aprovechado -a las primeras de cambio- su acta de concejal para pasar factura a un alcalde que sigue empeñado en hacer historia por su ineptitud.
Su incomparecencia ha motivado que el regidor suspenda la sesión plenaria sin explicar lo inexplicable. ¿Cómo se puede jugar de esta forma con la voluntad popular?.

Lógicamente, la ausencia de los denostados dejaba al gobierno en minoría y no podían permitirse no sacar adelante ciertos puntos del Pleno. Pero… ¿Prefieren ridiculizar de nuevo a toda una ciudad?. Para acabar de señalarse, Montoya ha mandado a su portavoz, el `bombero´ Antonio García, a atender a la prensa, reconociendo sin tapujos que la no celebración del Pleno se debe a la ausencia de los cuatro malos. ¡Increíble!.

Ya no valen excusas. Leganés no entiende cómo las luchas internas condicionan hasta la exasperación el gobierno de un municipio que merece otros políticos.

Con el PSOE buscando a los suyos y apelando una vez más a los organismos superiores, el Partido Popular busca a estas horas una fórmula legal que permita interponer una querella por prevaricación contra el alcalde.
¿Qué pasa con IU? Pues que, para colmo de males, las peleas de sus vecinos podrían incluso explotarles en pleno rostro. Es el momento de desmarcarse públicamente.

lunes, 16 de julio de 2007

Cuatro menos

Cuatro concejales del Partido Socialista no tendrán competencias en el futuro equipo de gobierno del Ayuntamiento de Leganés. Santiago Llorente, Laura Oliva, María José Banegas y Juan Antonio González están, en estos momentos, sin delegación, por lo que tendrán acta de concejal pero se quedan fuera del equipo de gobierno.

Con PSOE e IU de acuerdo en el número de cargos de confianza que corresponde a cada uno de estos partidos en el organigrama municipal, le tocaba al alcalde, Rafael Gómez Montoya, lidiar con el sector crítico de los socialistas.

Ya la semana pasada fue movidita en la agrupación local del PSOE, ya que hubo que designar delegados para el congreso de la PSM que se celebrará el 28 de julio. De nuevo, el sector liderado por Santiago Llorente, hizo ver a Rafael Gómez Montoya que está en minoría en su partido. El alcalde, que quería ir en cabeza de la lista, tuvo que aceptar una lista de delegados donde los números se asignaron por orden alfabético y con este porcentaje: 21 delegados para el sector crítico y 18 delegados para los “montoyistas”. Con este panorama, el alcalde decidió finalmente no ir en la lista.

Ahora, una semana después de la proclamación del primer edil, Leganés sigue sin concejales porque Rafael Gómez Montoya aún no ha firmado el decreto que designa a cada edil su delegación. Aunque se esperaba que la firma se realizase a mediodía de hoy, a estas horas de la tarde no hay nada de nada. Mañana es el día elegido.

Sin embargo, ya es oficioso el reparto de las concejalías entre los siete concejales del PSOE `disponibles´, por lo que, para no saturar a más de uno, será el propio alcalde –y en contra de lo que respondió a la prensa el día de su investidura- quien asumirá delegaciónes como Seguridad ciudadana, Participación ciudadana, Juventud, Cooperación internacional y la empresa pública LEGACOM.

Montoya ha pasado factura a sus detractores –encabezados por Llorente- a quienes ha ofrecido cuatro delegaciones, pero les impedía proponer a sus propios cargos de confianza. O eso, o nada. Y ha sido nada.

Así están las cosas. Nueva fractura interna en el PSOE local, que afecta, y mucho, a la gobernabilidad de un municipio que suma ya siete días sin concejales delegados.

La única que queda es la mediación del partido a nivel regional –están estos como para solucionar los problemas de otros- e intentar evitar de nuevo el partido sea noticia en Leganés a escasos diez días de que el Partido Socialista de Madrid elija a su nuevo presidente.

martes, 10 de julio de 2007

Leganés sobrevive

Leganés ha vivido hoy el penúltimo episodio de su particular `vía crucis´ político, un largo camino hacia ninguna parte. El Pleno que ha debatido la moción de censura contra Guadalupe Bragado ha sido de todo excepto eso. El Partido Socialista ha mantenido el discurso de la censura a “la política que emana del gobierno local” –una frase que se ha aprendido de memoria el nuevo alcalde-, aunque hoy ha enriquecido su discurso criticando los 21 días de gestión de la ya ex alcaldesa.

Excusas. PSOE e IU cometieron el pasado 16 de junio un error gravísimo: jugaron con la voluntad política de una ciudad y sus votantes. Desde ese día, sólo la rectificación pública les hubiese salvado de la quema. Únicamente entonar el `mea culpa´ y asumir responsabilidades ante los que confiaron en ellos y sus formaciones políticas les podría haber concedido alguna posibilidad para salvar `lo suyo´ con dignidad.

Sin embargo, la solución pactada fue la contraria. PSOE toma las riendas e IU calla. Para apagar el fuego, convocaron a dos bomberos con experiencia: Manuel Robles (alcalde de Fuenlabrada y miembro de la gestora del PSM) por un lado; Carlos Penit (concejal de Pinto y miembro de la regional de IU) por otro. El buen rollito hizo el resto. No hay nada mejor que llamar a los mayores para solucionar los problemas de los chavales. Todo solucionado. Sólo quedaba la última función.

Esa despedida, que no cierre, la hemos vivido hoy los pocos que hemos podido saltar el cordón policial montado a las puertas del consistorio.
Rafael Gómez Montoya, en su puesto. Yo seré alcalde y lo demás no viene a cuento. Que si Leganés es de izquierdas, que si el PP ha hecho auto bombo en estos 21 días, que si se ha apropiado del trabajo del anterior equipo de gobierno…

Guadalupe Bragado, más llorona que de costumbre, leyó un previsible discurso, amparado en la lucha de poder librada por sus adversarios políticos

Raúl Calle intentó aclarar el porqué ahora sí y antes no. “Ahora hay un programa consensuado y firmado”, explico, “ahora sí”. Parece claro que la confianza mutua no reina ni reinará entre los socios de gobierno.

Carlos Delgado fue la excepción al común despropósito. Su discurso fue el más razonable y razonado, aunque lo tenía fácil ante tanta incoherencia política por metro cuadrado.

Los portavoces de PSOE y PP, pues más de lo mismo. Ni merece la pena.
A partir de ahí, la calle tomó el protagonismo. Parece como si se estuviese esperando esa chispa que provocase desagradables incidentes. Es lamentable, pero en eso han convertido esta ciudad sus gestores. Al final, todo se quedó en insultos, empujones y desagravios.

Testigo directo de lo sucedido en el día de hoy, me quedo con innumerables detalles que apunté en mi libreta o mi memoria y que intentaré contarles en pequeñas dosis.
Rafael Gómez Montoya es proclamado alcalde y se funde en un efusivo abrazo con su actual portavoz y compañero de penurias: Antonio García. ¡Ah! ¿Saben lo que le toca a García?... Premio: EMSULE.
El resto de concejales de PSOE e IU felicitaron al nuevo primer edil con mucho menos fervor, casi a regañadientes.

Otra: en la reducida zona habilitada para el público en el Salón de Plenos, cohabitaron gentes de toda condición política, pero igualmente implicados directamente en el asunto. Desde ediles populares, hasta afiliados de IU, pasando por los alcaldes socialistas de Fuenlabrada, Parla, Getafe y Alcorcón, que llegaron al Ayuntamiento como si fueran los Reservoir Dogs de Tarantino. Sólo les faltaban las gafas de sol y algunos centímetros.

Más cosas. Ya en la plaza vi a todo un ex concejal socialista enardecido, arengando a las masas, coreando consignas contra los populares y criticando al edil de ULEG al salir del Pleno. Como lo leen.

Curisoso fue también ver como la ya ex primer edil se asomaba a su despacho y saludaba a sus seguidores desde la ventana del segundo piso. En 21 días se ha asomado más a saludar que Pérez Ráez en dos legislaturas.

La última es de traca. Apareció Rafael Simancas. Lo de este hombre no tiene parangón. Pero... ¿no le ha dicho nadie que se quede en casa un tiempecito?. Pudimos verle en alcaldía, donde incluso llegó a fotografiarse con el recién estrenado alcalde. Esa foto vale, y mucho. Eso es valor y no lo de José Tomás.

Leganés no se merecía esto. ¿Hay espacio para la mejoría o siempre puede ir a peor?.

jueves, 5 de julio de 2007

La hora de las asociaciones

Con los políticos jugando al escondite hasta el próximo lunes, 9 de julio, día del Pleno, ha llegado el turno del tejido asociativo de Leganés. Unas entidades –principalmente las vecinales- que vivieron momentos de gloria durante la campaña electoral (venga firmas y venga fotos), y que ahora se han visto relegadas a un segundo plano, sin saber si los políticos cumplirán sus promesas.

El pasado martes, 200 personas participaron en una concentración convocada por más de una decena de entidades, pidiendo un gobierno de izquierdas para Leganés. Una manifestación con poco calado vecinal y mediático -teniendo en cuenta que la moción de censura ya estaba presentada- y demasiado `light´ para la que han montado PSOE e IU en Leganés. Si tan descontentos estaban con la actuación de estos partidos, lo lógico es exigir responsabilidades a los líderes locales. ¿No?.

Este domingo les toca a los seguidores del Partido Popular. La Coordinadora de Asociaciones de Vecinos de Leganés y la asociación El Progreso de la Fortuna han convocado una concentración en la Plaza de España bajo el lema “Contra la moción de censura”.

Por cierto, la alcaldesa Guadalupe Bragado comentó sobre la manifestación del pasado miércoles, que todo respondía a "un intento de manipulación por parte del Partido Socialista e Izquierda Unida”, acusando a ambas formaciones de "haberse escondido tras un movimiento vecinal". Hombre, y lo de este domingo… ¿Qué es entonces?. Más de lo mismo.

Hoy, la primer edil ha presentado en rueda de prensa un balance de sus 21 días de gobierno. Bragado ha aprovechado para apuntarse actuaciones que llegan por inercia del gobierno anterior, aunque otras han sido por expreso mandato suyo a través de un decreto de alcaldía. Es el caso de la equiparación salarial de policías, bomberos y trabajadores de la grúa municipal y recogida de basura, quienes han visto aumentado su salario en días festivos, equiparándose con el resto de trabajadores municipales.

Un apunte más. Como pueden imaginar, el `tema Leganés´ es la comidilla en tertulias y reuniones incluso en otras localidades.
Ayer mismo, un político de amplia trayectoria, perfecto conocedor del caso, me explicó que lo acaecido en Leganés se ha debido a “la bisoñez de los implicados”. ¿Bisoñez o prepotencia? –contesté-. No hubo respuesta.

lunes, 2 de julio de 2007

¿Programa? ¿qué programa?

No hacer ruido hasta el próximo día 9, día del Pleno que debatirá la moción de censura contra Guadalupe Bragado. Esa es la consigna del Partido Socialista e Izquierda Unida, dos formaciones que han acordado no desvelar el contenido de su `acuerdo de gobierno´ hasta que Rafael Gómez Montoya sea investido alcalde de Leganés.

Nadie sabe nada de ese documento que marca las líneas de actuación del futuro gobierno local del Ayuntamiento de Leganés. Salvo las cabezas visibles de PSOE e IU, nadie ha visto ni oído nada: “¿Programa? ¿Qué programa?”. Un documento que por otra parte, establece el reparto de delegaciones entre los concejales de uno y otro partido.

Los hay incluso quienes han tomado vacaciones anticipadas para dejar Leganés en estos días previos al Pleno. Y los que no se han ido se han escondido para evitar meteduras de pata o andar con malas compañías.

Parece claro que IU asumirá Urbanismo, Cultura, Educación y Festejos. Cuatro delegaciones (las dos últimas unidas) para tres ediles. El resto serán para el PSOE, que también coordinará las empresas públicas. Y aquí empieza el lío. Montoya debe colocar a los diez ediles que le seguían en su lista, contentando a los suyos y a sus detractores. No será fácil.

El futuro alcalde ya ha comunicado a los concejales del PSOE que, hasta que no asuma el bastón de mando, no se hablará del reparto de delegaciones. Santiago Llorente y compañía andan `con la mosca tras la oreja´ temiendo que si Montoya baraja los naipes seguro que sus cartas no serán nada buenas. Aunque, quien sabe, siempre les queda jugarse `un farol´.

Por cierto, la alcaldesa sigue con su agenda e incluso toma medidas en materia de seguridad. Medidas que durarán poco, seguro.