El día después

Los cuatro grupos municipales en el Ayuntamiento de Leganés han elegido el Boletín municipal para expresar su opinión (que no intención) sobre el asunto estrella del mes del que son coprotagonistas: la presunta moción de censura.

Casi un mes después de iniciado el teatrillo político pepinero, siguen diciendo lo mismo: “Sí, pero con condiciones”.

Son y serán esas premisas, inasumibles en ambas direcciones, las que mantendrán al Partido Popular en el Gobierno local hasta 2015.

La condición del portavoz de ULEG es ser alcalde. La del PSOE también. La de IU, mas que condición es una intención: no quemarse cuando todo esto explote.

Y en esta pérdida de tiempo generalizada, el lunes habrá una nueva reunión en la que participarán varios miembros de cada partido político de la oposición. En ella prevén iniciar la redacción de un presunto documento programático que sería el eje vertebrador del futurible gobierno post moción de censura.

Y esto sí que es comenzar la casa por el tejado. Nadar y nadar para morir en la orilla. Es, como dice una amiga, meter el problema en un cajón y dejarlo morir confiando en que no estalle.

Pero en este caso, el problema se llama Alcaldía y tiene un bastón de mando cargado de dinamita. Dejar el escollo más duro de una negociación para el final hará que e les vuelva en contra… a todos.

Les pongo, estimados lectores, en el más que probable escenario del día después de la NO MOCIÓN, es decir, la jornada en el que PSOE, ULEG e IU harían público que no hay acuerdo.

A partir de ese momento, cada uno tiraría por su lado y cada cual culpará al vecino. Los socialistas hablarán del egoísmo de ULEG porque sólo quiere la alcaldía. Los independientes dirán que el PSOE no ha querido un cambio, sólo un recambio para ponerse ellos otra vez. IU, que las ansias de poder de sus compañeros de oposición han impedido un gobierno de progreso.

Y quedaría otro reproche, el más contundente: el de las asociaciones y el Comité Único de Trabajadores. Entidades a las que se les ha puesto el caramelito en la boca y esperan poder digerirlo sin atragantarse.

Muestra de ello es la manifestación de mañana por la defensa de los servicios públicos y entre cuyos lemas se encuentra “por un cambio de Gobierno en Leganés”. Una protesta secundada por PSOE, ULEG e IU y que podría tener un efecto boomerang a medio plazo.

Y mientras los opositores a nada discuten, el Partido Popular y su alcalde estiran el cuello para tomar un poco de aire gracias, en parte, al respaldo de Presidenta del PP en Madrid, Esperanza Aguirre.

La visita de la lideresa para celebrar “su” Comité regional en la sede del PP en Leganés es un espaldarazo a la maltrecha imagen de Jesús Gómez. Ver o querer hacer ver lo contrario es de necios. Otra cosa es que el primer edil vaya a saber aprovecharlo… dudas razonables.

Les recomiendo, para concluir, permanezcan atentos a la actualidad local esta semana en la que también tendremos sesión plenaria. Leganés en plena efervescencia política. 

La moción que nadie se cree

Lamento aguar la fiesta a más de uno pero sí, efectivamente, el titular de este post se refiere a la presunta moción de censura al Gobierno del Partido Popular en el Ayuntamiento de Leganés: una moción que nadie se cree.

Y me explico. En los últimos días, el deporte de moda en Leganés no es otro que pedir la moción de censura. Un deporte que se asemeja mucho al pádel: es muy moderno, todo el mundo lo conoce, pero casi nadie sabe darla.

Pues aquí pasa lo mismo, hay que pedir la moción porque sí, pero luego nadie sabe con qué nos vamos a encontrar. No lo conocen ni los presuntos promotores (algunos a la fuerza) de la dichosa moción.

Poner de acuerdo a Partido Socialista y Unión por Leganés para dirigir el Gobierno de esta ciudad (sumando a Izquierda Unida) es casi misión imposible, y los tres son conscientes de ello. De ahí todo ese rollo de “iniciar conversaciones” o “trasladar el asunto a nuestros comités de dirección” o “comenzamos el diálogo”. 

Es más, los mayores del PSOE ya han les han dicho a sus compañeros leganenses que en ese hipotético escenario de nuevo Gobierno local, el alcalde debe ser socialista sí o sí.

Bastón de mando sólo hay uno y cuando dos lo quieren, acaban por pelearse. Todo lo demás es perder el tiempo, o ganarlo según se mire.

Porque el Partido Popular sigue desgastándose en La Roca a pasos agigantados, aunque el primer edil se aferra al rendimiento político que puede otorgarle futuros proyectos generadores de empleo.

Y mientras el PP sufre la erosión propia de un Ejecutivo en minoría que ha cometido errores de bulto (el último dañando notablemente su imagen pública), el PSOE es consciente de que caer más es muy difícil, ULEG tiene dos discursos para elegir una vez el tema de la moción pase a mejor vida, e Izquierda Unida contempla con una leve sonrisa su tendencia nacional. En 2015 ya veremos.

Y en este desbarajuste político, los ciudadanos sufren las consecuencias de una ejecutivo inexperto y errático, sostenido por una oposición interesada. A estas alturas, se lo crean o no, todo puede pasar.

Claves para una presunta moción de censura

Se buscaba detonante y ahí estaba él, el alcalde de Leganés, Jesús Gómez, para encender la mecha. 

El despido de 39 trabajadores interinos del Ayuntamiento de Leganés el 28 de diciembre ha “empujado” a la oposición a fijar una hoja de ruta para intentar desalojar al Partido Popular del Gobierno de la ciudad.

Es cierto que Jesús Gómez no lo ha tenido fácil, gobernando en minoría y sin alcanzar acuerdos, pero su creciente adicción a los enfrentamientos (incluso con los suyos) ha provocado que media ciudad pida la moción de censura voz en grito.

Partido Socialista y Unión por Leganés llevaban semanas midiéndose. Unos y otros sabían que esta situación se iba a dar, que era cuestión de tiempo. Y también eran conscientes de que uno u otro debía dar el paso, había que mojarse ante la ciudadanía.

ULEG habló el pasado sábado delante de oposición y sindicatos. No fue público pero sí notorio y manuscrito. Carlos Delgado sabía que el PSOE meditaba hacer lo propio y decidió adelantarse por aquello del que da primero.

Eso obligaba al PSOE a decir algo aunque fuera sin contar nada, como hizo ayer. Sí pero no, no pero sí. Y es que los socialistas no se creen esta presunta moción de censura porque no confían en los independientes y tampoco aceptan entregar el bastón de mando a Carlos Delgado.

“Toca hablar de programa y no de nombres”, señalaron ayer lo socialistas. Pero saben que la única opción para la alcaldía es Carlos Delgado. Todo lo demás es negociable salvo eso. Y por ahí se podría escapar vivo Jesús Gómez.

Porque esta amenaza “progresista” preocupa en Madrid por aquello del efecto llamada que una moción de censura podría provocar en ciudades donde los populares gobiernan en minoría o con apoyos puntuales de partidos minoritarios pero inversamente necesarios para garantizar la gobernabilidad.

Y en este rio revuelto el único que gana sí o sí es ULEG. Bien porque asumirá la alcaldía o bien porque el Partido Popular acabará por entregarle su más preciado tesoro para que deje gobernar en paz a Jesús… o a otro, ya veremos.

En este triángulo amoroso falta Izquierda Unida, una coalición que espera sentada a que le vengan los cantos de sirena rojos y verdes. Apoyarán y serán, pero no estarán. Al menos es lo que pretenden, y les alabo el gusto; aunque tampoco me fio.

El Secretario General de la Agrupación Socialista de Leganés, Santiago Llorente, convocará para la semana próxima a ULEG e IU a una primera reunión de lo que podría ser el principio del fin del segundo Gobierno del PP en Leganés. El primero duró 21 días, el segundo ya veremos. Hagan sus apuestas.

SMS

La Agrupación Socialista de Leganés ha convocado rueda de prensa para mañana viernes (11.00 horas) donde hablarán del inicio de conversaciones con ULEG e IU para promover una moción de censura contra el Gobierno local del Partido Popular en el Ayuntamiento de Leganés.

Intervendrán el Secretario General de la Agrupación Socialista de Leganés, Santiago Llorente y el portavoz del Grupo Municipal Socialista y miembro de la ejecutiva regional PSM PSOE, Rafael Gómez Montoya.