lunes, 28 de diciembre de 2015

Los puentes de Leganés

16 de agosto de 2015. En plenas Fiestas de Butarque, los diestros El Cordobés, Juan José Padilla y Luis Miguel Encabo protagonizaban una corrida de toros que devolvía a la plaza La Cubierta el esplendor perdido años atrás

El alcalde de Leganés, Santiago Llorente, tras apenas dos meses en el cargo, señalaba en esos días que su intención era “reflotar” los festejos taurinos porque “tenemos lo fundamental que es una plaza espectacular y, por eso, no tiene sentido estar con enfrentamientos con los empresarios gestores”. Nada mejor que los toros para demostrar el talante de un Gobierno renovado.

Ese mismo día, Llorente coincidió en la Plaza con políticos, empresarios, dirigentes y periodistas, a los que invitó a cenar en un restaurante junto a La Cubierta. Señalaba tras el burladero que su Gobierno, y él como alcalde, estaba obligado a “tender puentes” con las fuerzas vivas de Leganés.

Comenzaba el primer edil su mandato con una declaración de intenciones: acabar con las disputas del anterior Gobierno local del Partido Popular, y declarar el estado de cordialidad como leitmotiv de su Ejecutivo.

Las fiestas acababan y Leganés disfrutó de unas merecidas vacaciones. Tras el regreso, la película cambia de guión y los puentes, lejos de mantenerse, saltan por los aires: el alcalde decide desconectarse del mundo real y, tras salvaguardar las nóminas de los no pocos “indios” de las tres familias socialistas, su única preocupación es sobrevivir en La Roca.

A partir de ahí, asume la minoría de su Gobierno como disculpa perfecta para excusar la debilidad e ineficiencia de un Ejecutivo que no comunica porque nada tiene que contar. Leganés se sostiene por la profesionalidad de sus casi dos mil funcionarios que permiten mantener viva la maquinaria de la administración local ante la ausencia de un liderazgo político.

Y en esas anda el alcalde varios meses después, en evitar a toda costa una moción de censura que impediría no solo su continuidad en la actual legislatura, sino su próxima candidatura para renovar mandato. Por eso comete la torpeza de ofrecer a los dos concejales de Ciudadanos sumarse a su Gobierno el día después de las elecciones Generales del pasado día 20.

Ya se sabe que las prisas son para los ladrones y los malos toreros, pero en política un día puede parecer un mundo, y en la formación naranja podría pasar de todo en próximas fechas, y me da que nada bueno.

¿Y la oposición en qué anda? Pues unos –los populares- recomponiéndose del naufragio. Otros, en ULEG, restañando sus heridas de lo que pudo ser y no fue.
Leganemos trabajando lo justito y condicionando más bien poco. Y Ciudadanos…. sobreviviendo, como casi todos.


Nos vemos en 2016.

miércoles, 14 de octubre de 2015

Se busca gerente

El alcalde de Leganés, Santiago Llorente, sigue deshojando la margarita en busca de un nuevo gerente para la Empresa Municipal del Suelo (EMSULE).

El actual responsable fue nombrado en la pasada legislatura por el anterior Gobierno del Partido Popular, que en su momento contó con el apoyo de Unión por Leganés (ULEG) en el Consejo de administración de la empresa pública.

Las cosas han cambiado –y mucho- en estos cuatro años. El PP ha perdido unas elecciones, pero curiosamente el gerente se mantuvo en el cargo. Esto no es nuevo. En ciudades vecinas hay homónimos que mantienen su sillón conviviendo con tres gobiernos de distinto signo. Sin embargo, esto debería ser una excepción. Tradicionalmente en Leganés, y apelando a la ética política y profesional, lo coherente es que un Gerente ”colocado” por un Gobierno salga también cuando el Ejecutivo cambia de manos.

Otra cosa es lo que sucede en Leganés. La “caprichosa” composición de los consejos de administración de EMSULE y LGMEDIOS: 4 PSOE, 4 Leganemos, 4 PP, 4 ULEG, 1 C´s, 1 IU, convierten la compañía en un puzle casi ingobernable y dejar a EMSULE sin firma es un problema añadido.

Podría darse incluso la paradoja de que aún aceptando la propuesta de cese del actual gerente, los consejeros no se pongan de acuerdo en nombrar uno nuevo. Y es que en ambos casos se necesita mayoría en el organismo o lo que es lo mismo: poner de acuerdo a tres Grupos políticos municipales.

Todo apunta a que el próximo viernes el Consejo podría aprobar el cese del actual gerente, pero no es menos cierto que a estas horas, el primer edil no tiene una propuesta alternativa para la dirección administrativa de la empresa.

Antes de su marcha, el “saliente” deberá comparecer en Pleno municipal a propuesta de Leganemos. Una petición que según el orden del día no concreta en qué aspectos de la gestión de EMSULE están interesados los miembros de la candidatura de unidad popular. Por cierto, que Leganemos es el único grupo (junto al PSOE) que ha propuesto dos candidatos al puesto de gerente. ¡Viva la casta!

Pero sin duda lo más curioso de este asunto es la ausencia de candidato formal, aunque quizá debiéramos decir oficial. De los otros, de pasillos, cafeterías, bares y llamadas de móvil hay varios, anónimos y demasiado conocidos. Alguno incluso capaz de ofrecerse y ofrecer a cambio su silencio. Así esta el tema.

En todo este embrollo destaca la incapacidad del PSOE para proponer un gerente cualificado (aunque no me sorprende teniendo en cuenta que no se ponen de acuerdo ni para currar en la caseta) y lamento sobremanera la paralización de una empresa pública cuya potencialidad debiera estar ajena a batallas políticas.


Quizá la solución al puesto podría pasar por la Bolsa de empleo municipal, por el Forempleo de la Universidad Carlos III o sencillamente por el INEM. Todo lo demás, es y será un “dedazo”, como mandan los cánones.

martes, 6 de octubre de 2015

Casi todo tiene solución

Lo anunciamos en este blog el pasado 15 de julio y el tiempo nos ha dado la razón: Izquierda Unida pasa desde hoy a formar parte del Gobierno local del Ayuntamiento de Leganés.

El portavoz de la coalición, Rubén Bejarano, asumirá la Delegación de Desarrollo Local y Empleo y la gerencia de la Empresa Municipal Leganés Gestión de Medios.

El calendario también dirá si Bejarano será capaz de “sumar” en un Ejecutivo mermado por su inferioridad numérica en la cámara, pero aún más por sus gravísimos problemas internos.

La familia socialista está más revuelta que nunca. Tanto que ayer mismo se cuestionaba en la Asamblea de la calle El Charco el pacto entre ambas formaciones. No por el acuerdo programático suscrito entre ambos partidos (eso ya es lo de menos), sino por el presunto poder político y administrativo que se le concede a una formación que tan sólo consiguió un edil en las pasadas elecciones municipales.

Una excusa más por parte del sector crítico para echar por tierra los planes de un alcalde y Secretario general, Santiago Llorente, que sigue aislado por tierra, mar, aire y prensa en La Roca.

Y es que la estrategia de no se sabe bien quién no es otra que no hacer nada y dejarse llevar por la maquinaria de la administración local. Dejar pasar el tiempo porque creen que así ganan tiempo. Lo que viene siendo el apagón informativo para que al vecino nada le llegue a su casa, ni tan siquiera lo bueno.

El sorprendente contexto mediático y político nos obliga ahora más que nunca a contarles cosas. A decirles que en el mundo ladrillero local algo se mueve y que como casi siempre han sufrido las consecuencias técnicos municipales de esta Delegación. Trabajadores que mal o bien, se dedicaban a cumplir con su cometido. Estaremos muy atentos a los que entran, para qué lo hacen y qué traen en la mochila.

Les contamos también que el Jefe de la Policía local acaba de cobrar 75.000 euros de las arcas municipales en cumplimiento de una sentencia judicial que condena al Ayuntamiento al pago en concepto de “daños y perjuicios” por haber sido apartado provisionalmente de su cargo en la pasada legislatura.

Y lo curioso de este asunto no es que el ex alcalde metiese la pata –nos tenía muy acostumbrado a este tipo de cacicadas- sino que al actual le llegue la sentencia y lo único que haga sea pagar y callar. Lo que les decía, aquí nunca pasa nada.

Y en esa balsa de aceite llega Izquierda Unida, tocada y casi hundida, para insuflar aire fresco en una Junta de Gobierno local donde `el boli´ que ansiaba escribir las más bellas páginas políticas de la ciudad se quedó sin tinta justo cuando el periodo de cortesía expiraba. También casualidad.


Por suerte en Leganés casi todo tiene solución. Seguimos. 

domingo, 13 de septiembre de 2015

El hombre tranquilo

El curso político en Leganés comenzó la pasada semana con un Pleno municipal maratoniano que dejó claras señales de la crispación política que viviremos en los próximos cuatro años.

Ni tan siquiera la templanza del alcalde, Santiago Llorente, logrará aliviar la tensión de unos Grupos políticos municipales expertos en fomentar aquello de que cuanto peor, mejor.

Y es que el primer edil se ha empeñado desde el primer día en hacer de poli bueno, o lo que viene a ser lo mismo: decir a todos que sí. Y cuidado porque no existe el poli malo y aquí ha pedido todo hijo de vecino, desde el principal partido de la oposición (o casi) hasta el que hace las fotocopias.

La alcaldía le llega a Llorente y a su “troupe” 12 años después de pedir la cabeza de José Luis Pérez Ráez tras los malos resultados electorales del año 2003. En ese momento pecó de soberbio e imprudente y ahora su defecto es el exceso de complacencia.

A punto de cumplirse los primeros 100 días de Gobierno, el PSOE inicia este lunes las reuniones con el Grupo municipal Izquierda Unida para que el portavoz de IU, Rubén Bejarano, pase a formar parte del Gobierno municipal.

Un Gobierno al que se ha invitado a otras formaciones como Unión por Leganés (ULEG) o Ciudadanos, (con reuniones más informales que otra cosa) pero que por lo pronto tan sólo crecerá en un edil. El futuro pasa por incorporar a los dos de C´s y a partir de ahí conseguir la gobernabilidad, ya que la mayoría absoluta es una utopía.

Y digo que se ha invitado a ULEG, pero no es menos cierto que en este momento la entrada de los independientes a un gobierno socialista está prácticamente descartada, por lo que el futuro en la oposición pasaría inevitablemente por un triángulo nada amoroso entre Leganemos, Unión por Leganés y Partido Popular.

Cierto es que Santiago Llorente tiene el bolígrafo que firma los decretos y preside la Junta de Gobierno, pero su Ejecutivo es débil desde la cuna y los cargos de confianza impuestos poco o nada ayudan. Las futuras incorporaciones le darán un soplo de aire fresco y lo que es mejor: un saco más para encajar golpes.

Porque lo que le viene son críticas por la derecha y por la izquierda. El PP debe recomponerse y comenzar a hacer oposición porque ahí le han puesto los vecinos.

ULEG hará lo que mejor sabe y la experiencia dice que desde ahí siempre crece.

Lo de Leganemos es una incógnita. Sabemos de dónde viene su fuerza pero también con quién se intercambian los folios. Será divertido.

Veremos entonces si Santiago Llorente imita a John Wayne en el clásico de John Ford: “El hombre tranquilo” que regresa a su Irlanda natal para darse cuenta de que la vida entre los habitantes de su ciudad no es tan idílica como él espera. El final es de película.

miércoles, 15 de julio de 2015

“Mísero, sórdido y aún diría tétrico”

Suena el teléfono: ¿Cómo está la cosa? ¿Muy parada, no?. Los interlocutores cambian pero la llamada se repite a diario. Los mercenarios de la tecla no paramos en estos días en los que la clase política busca su sitio en el teatro mediático leganense.

La fragmentación de la Corporación local en el Ayuntamiento de Leganés ha convertido el consistorio en un cubo de Rubik de muy difícil solución, donde paradójicamente los mas descolocados son los partidos de la oposición.

En sus peleas se les pasan asuntos tan espinosos como las cuatro licencias de actividad para gasolineras denegadas ayer mismo en Junta de Gobierno (sigue el monopolio impuesto en la Paz Petrolera) u otros de gran calado como la aprobación del Proyecto de Urbanizacion del Parcial Parcial 4 en la primera Junta de la legislatura.

Unos Grupos políticos municipales que miran para otro lado en la gestión y se recomponen en lo interno -una vez solventados sus salarios- para afrontar el nuevo curso político (allá por el mes de septiembre una vez pasadas las Fiestas patronales) con plenas garantías. Y es que uno tiene la sensación que la oposición hace oposición a la oposición para liderar la oposición. Un galimatías muy propio de Leganés.

Me llama poderosamente atención lo mucho que está durando la pelea personal (sí, personal) entre ULEG y Ciudadanos. El asunto aburre a las ovejas y Unión por Leganés debiera hacérselo mirar. Con seis concejales los leganenses les han encomendado hacer una oposición seria y responsable, y no pasarse toda la jornada de curro intentando atrapar al palomo. Reaccionen de una vez que el 24M ya pasó.

El futuro de Leganemos pasa inevitablemente por Podemos y su agudizada crisis interna. Atentos porque este asunto únicamente (qué curioso) publicado en Leganés Al Día, no se quedará ahí. Leganemos tiene trabajo por delante y se le va a exigir que responda a las expectativas creadas.

Todo apunta a que Izquierda Unida y su único concejal entrarán en Gobierno más pronto que tarde. Ya tienen hasta Delegación elegida. A partir de ahí, las elecciones generales marcarán el camino de esta formación.

Atentos porque el Partido Popular necesita dar un paso al frente sí o sí y lo acabará dando. Su líder y portavoz trabaja en la sombra para y por el resurgir de un partido que necesita recuperar lo mejor de su pasado y lo más ilusionante de su presente y futuro. Otros que necesitan un cachete para comenzar a trabajar.

Mientras, el alcalde, Santiago Llorente, almacena oxígeno en la tercera planta de la Roca, aunque sigue tragando sapos en forma de auxiliares y directores. Es lo que tiene tener el enemigo en casa y Gobernar la ciudad con tres compadres. Lo mismo hasta le vale.

En estas nos vemos quienes seguimos “meciendo la cuna” (esta se la he robado a un amigo), centrados en contar la actualidad de una ciudad que nos apasiona. Olvidaba enviar un saludo a algún colega que no nos quiere bien. Con cariño, una estrofa del maestro Krahe:

“Es mísero, sórdido, y aún diría tétrico
someterlo todo al sistema métrico
no estés con la regla más de lo habitual
te aseguro chica que podría ser fatal”

miércoles, 17 de junio de 2015

La luz de La Roca

La luz de la tercera planta de la Casa Consistorial de Plaza Mayor apenas descansa desde el pasado sábado. Santiago Llorente se dirigió desde el improvisado salón de Plenos del José Saramago a su despacho en `La Roca´ ese mismo día y no ha parado de trabajar.

Señaló en su discurso de investidura que su intención era “tender la mano” al resto de fuerzas en busca de consenso y diálogo, y a eso se ha dedicado en estos primeros días de “Gobierno”, unas horas en las que algún lumbreras ya le ha venido a pedir responsabilidades en modo nota de prensa.

El caso es que el alcalde es consciente de que el verdadero problema lo tiene en casa. Lidiar con su adversario doméstico le lleva demasiado tiempo a un primer edil que debiera estar dedicado desde el minuto uno en sacar adelante el proyecto político que demanda una gran ciudad como Leganés. 

Un escollo que deja ahora mismo la Junta de Gobierno presidida por el propio alcalde mas dos concejales. Los otros tres tensan la cuerda teledirigidos desde la Asamblea. Tranquilos, estos del PSOE tienen experiencia en conflictos internos y todo se acaba por solucionar. Será cuestión de tiempo... o de que alguno se canse.

La buena noticia para este PSOE -de momento el de Santi- es que el ejecutivo saliente del Partido Popular ha dejado un capítulo 6 del Presupuesto municipal rebosante de liquidez. Las inversiones son tan necesarias como factibles, y por ahí pueden venir las primeras acciones.

El resto de fuerzas arden en deseos de conocer la confección de los Grupos políticos municipales. Lo primero es ubicar a cinco grupos en sus respectivas dependencias, y ojo porque en Plaza de España no hay quien viva.

El Partido Popular se recompone de una derrota sin paliativos que ha dejado el partido limpio de polvo y paja en manos de los seis concejales que conformarán el Grupo municipal. El portavoz será Miguel Ángel Recuenco, que asumirá los galones en el consistorio y en el aparato, pensando ya en el 2019. Mientras, a intentar liderar la oposición, que ya es mucho para el repasito que se han llevado.

Un año –el 2019-  que ha marcado en rojo el portavoz de Unión por Leganés, Carlos Delgado, quien muy lejos de pensar que se le ha podido pasar el arroz por afrontar su tercera legislatura consecutiva en la oposición, entiende que el futuro será suyo.

Desde Leganemos nos tienen expectantes. La candidatura de unidad popular pasará a vivir y cobrar como la casta y eso mola. A partir de ahí claro que se puede, se puede liar parda si no se dotan de una estructura con funciones delimitadas. Perdón por el atrevimiento, pero acudir los seis de la mano a todas las reuniones acabará por convertir un buen proyecto político en una jaula de grillos.

Ciudadanos intenta recuperarse de su fulgurante entrada en la corporación y de ese papel estelar que le ha concedido la ineptitud de las fuerzas que han obtenido mayor representación. Claro que tenía la llave, y claro que su abstención ha sido determinante, pero no es menos cierto que nadie ha sido capaz de sumar doce.

IU asume su retroceso y lo que se le viene encima desde la Dirección federal. Han perdido votos y lo siguiente será el robo de sus siglas. Acabarán por entrar en el Gobierno como ya sucede o sucederá en ciudades vecinas, y desde ahí planear su no defunción.

El PSOE gobierna hoy la ciudad no por ser la lista más votada, sino por el fracaso del resto de partidos que obtuvieron seis ediles y han sido incapaces de consensuar un Gobierno sólido y estable. Todo lo demás es tirar balones fuera como en aquel España-Suiza del Mundial de Sudáfrica.


Insistimos en que las alcaldías no se merecen, se ganan o se consiguen. El PSOE la ha ganado, mientras Leganemos, ULEG y PP han sido incapaces de conseguirla. Ciudadanos sólo pasaba por allí. 

Que cada cual asuma su responsabilidad. Nosotros, los mercenarios de la tecla, lo seguiremos contando...a no ser que nos fiche un Primera.

viernes, 5 de junio de 2015

Siete días

En siete días Leganés investirá a su nuevo alcalde. La composición de la Corporación municipal tras las pasadas elecciones municipales obliga al menos a tres formaciones políticas a un acuerdo de Gobierno. De lo contrario, asumirá el bastón de mando y por lo tanto el Ejecutivo local el Partido Socialista como lista más votada.

La única formación que anda en estos días buscando o más bien demandando la suma de 14 es ULEG, una operación que pasa inevitablemente por los seis ediles del PP y los dos de Ciudadanos. Y claro, alinearse con el PP es un problema en el fondo y en la forma.

En el fondo porque los populares no hacen nada gratis (ni el PP ni nadie) lo que obligaría a Unión por Leganés a ceder puestos y delegaciones del nuevo Gobierno; y en la forma porque ULEG y PP sólo han coincidido en los últimos 4 años en los juzgados. A partir de ahí ya me dirán cómo explicaría el portavoz independiente a sus votantes y a la comunidad social, sindical y educativa su “pacto” con el partido de los recortes.

Hasta hace cuatro días ULEG compartía pancarta con media ciudad para “echar” del Gobierno al PP e incluso lamentaban que PSOE se pusiera de perfil en el asunto de la moción de censura para derrocar a un Gobierno en descomposición. Ahora, los restos del naufragio de los populares servirían para formar un nuevo Ejecutivo local.

Cuidado porque no digo yo que un Ayuntamiento con Carlos Delgado como alcalde junto a sus cinco concejales y el previsible apoyo (puntual o no) de PP y Ciudadanos sea un mal invento. ULEG puede presumir de ser la única candidatura que ha crecido en votos y en concejales, por lo que está avalado para gobernar.

Es más, posiblemente este tripartito de facto posea mayor empaque que un Gobierno socialista de seis ediles, con una gravísima fractura interna y escaso apoyo exterior de Leganemos, donde todo se resuelve a golpe de megáfono.

A una semana de Pleno decisivo, los apoyos de ULEG son pero no están, y eso tiene su riesgo en una ciudad con experiencia en investiduras por sorpresa. Buena parte  del Partido Popular entiende que lo lógico es apoyar a los independientes, no por conceder estabilidad política e institucional a la ciudad, sino por restar un Gobierno a su adversario natural, y entregárselo al enemigo personal.

En cualquier caso, los Gobiernos se ganan, no se merecen, y tanto PSOE como ULEG están haciendo muy poco por conseguirlo mediante méritos propios. Esperan ambas formaciones a que caiga de maduro y que sean los compis de Ciudadanos quienes se “mojen” el próximo día 13.

Leganés demanda un gobierno eficaz y solvente, capaz de resolver los problemas reales de unos ciudadanos que demandan empleo, una administración cercana, ágil y eficiente, más y mejores dotaciones, menos impuestos y una mayor calidad de los servicios públicos. Para ello es necesario que la clase política salga del despacho y deje trabajar en ellos a los muchos y buenos técnicos municipales.


Si alguien se compromete a la mitad, tendremos mucho ganado. Porque esta ciudad no se merece otra crisis institucional.

martes, 26 de mayo de 2015

El cubo de Rubik leganense

Las elecciones municipales del pasado domingo en Leganés dejan un puzzle político con varias soluciones a cada cual más compleja.

El Partido Socialista, como fuerza más votada aunque con el mismo número de concejales (6) que Leganemos, ULEG y Partido Popular, debe liderar la formación de un nuevo Gobierno en la ciudad.

Pero no lo tendrá fácil. El candidato socialista, Santiago Llorente, ya ha manifestado su intención de tentar en primer lugar a Leganemos, una candidatura que hoy mismo señalaba en rueda de prensa que los socialistas “no están legitimados para gobernar” aunque demandaban “un debate a PSOE y ULEG abierto al público para que todo el proceso sea transparente y participativo”.

La candidatura de unidad ciudadana tendrá que levantar la mano y conceder gobierno por acción u omisión. Ese es su principal problema. Lo demás está todo genial y su irrupción es de matrícula de honor, pero cuidado porque el día 13 estarán más cerca de la casta que nunca. Si juegan bien sus bazas podrán condicionar el Gobierno y aplicar sus propuestas.

Mientras, ULEG espera agazapado una solución a este cubo de Rubik donde lo único claro es que los seis ediles del partido independiente se votarán a sí mismos. Carlos Delgado quiere ser alcalde y sus opciones reales, por más que alguno intente vender la moto de un gobierno de 18 o 19, pasan por la derecha.

Y claro, eso es un drama cuando has descalificado casi a diario las políticas del Partido Popular los últimos tres años. Todo pasa por hacerse el loco y esperar (como si de un accidente se tratase) que PP y Ciudadanos le den su apoyo en el Pleno de Investidura sumando 14. A partir de ahí, podrían justificar a sus votantes un gobierno propiciado por el PP. Gobernar será otra cosa y ULEG está capacitado.

Y en este juego de colores cobran especial relevancia los dos concejales de Ciudadanos. La formación naranja, liderada en Leganés por Jorge Pérez, espera indicaciones desde Barcelona pero ya apuntan a que no entrarán en el Gobierno local porque “no queremos sillones, sino programa”. Un programa, el naranja, que no queda mal con el azul y el verde.

Si ninguna de estas cábalas no se cumpliera porque ningún candidato obtuviese el respaldo de 14 concejales, en ese caso sería investido alcalde Santiago Llorente, por liderar la lista más votada.

Llorente tendría que formar un Gobierno de seis concejales (tres en la práctica). Toda una papeleta.

Las conversaciones han comenzado en todas las direcciones y el cubo de rubik ha comenzado a girar. El día 13 de junio descubriremos sus caras.

martes, 19 de mayo de 2015

Crónica electoral 2015

La campaña electoral entra en su imparable cuenta atrás. Apenas cinco días para que Leganés conozca al candidato más votado en las elecciones municipales. Ser alcalde o alcaldesa será otra cosa. 

Y es que las matemáticas serán clave en el Pleno de investidura. Ninguno de los nueve partidos que se presentan a los comicios locales sumará 14 ediles, por ello la suma de fuerzas dará la alcaldía y el Gobierno municipal a una de estas formaciones. Eso, o gobernará la lista más votada.

Y es en eso, en ser la lista más votada, en lo que se afanan principalmente Partido Popular y Partido Socialista. Los populares, con 12 concejales en la Corporación, creen que una bajada hasta el 9 les dejaría a la cabeza en número de votos.

9 concejales –tres de bajada-, una cifra mágica que les permitiría gobernar en minoría teniendo en cuenta que a Unión por Leganés (ULEG)  las encuestas les conceden no menos de 4 ediles y que los independientes se votarán a sí mismos en la investidura.

Las cuentas no fallan. 9 del PP para el PP y 5 o 6 de ULEG para ULEG suman no menos de 14. En ese contexto, María Eugenia Carballedo, candidata del Partido Popular, sería alcaldesa.

Sus detractores la señalan como "la paraca, la recién llegada, la que nada dice porque nada sabe", pues atentos porque podría ser primer edil de una gran ciudad que descubrió hace apenas un mes por orden expreso de la lideresa. Si esto sucede, la izquierda de Leganés estaría liquidada.

Otra cosa es que las encuestas se equivoquen (como casi siempre) y el PSOE o hasta ULEG sean capaces de crecer tanto tanto como para convertirse en la lista más votada superando a los populares. Lo primero es posible, lo segundo poco probable.

El PSOE, encabezado por Santiago Llorente, afronta una oportunidad de oro para recuperar la alcaldía. Uno no sabe cómo le irá mejor a Llorente, si gobernando o como jefe de la oposición, más que nada porque el enemigo lo tiene en casa.

En cualquier caso, Santi sería un buen alcalde y eso ya es un comienzo. Lo mismo puedo decir de Carlos Delgado. Encontrar a un político que trabaje, trabaje y trabaje es muy difícil en los tiempos que corren. Podría ser ésta su gran oportunidad y le toca mojarse. Votarte a ti mismo está bien para una campaña, pero ULEG tiene que tomar decisiones y hacerse mayor aún no ganando las elecciones.

Otra variable a tener en cuenta es la irrupción de Leganemos. La candidatura de unidad popular tendrá su cuota sí o sí. Veremos hasta dónde llega y cómo gestiona el poder cuando toque poder. Sus concejales podrían dar la alcaldía al PSOE y eso les acercaría a la casta. Veremos.

Izquierda Unida busca un papel donde firmar mantener los tres concejales actuales. Rubén Bejarano es uno de los candidatos más conocidos y valorados. Otras cosa es que la ciudadanía vea a IU como una formación capaz de solucionar sus problemas. Les toca apretar los dientes y sobrevivir para hacerse más fuertes. ¡Y cuidado! Sus concejales podrían ser determinantes en la suma de fuerzas.

Poco o nada se ha hablado de Ciudadanos en Leganés. Son, están y entrarán. Amparados por Barcelona y apoyados por puntales pepineros podrían ser decisivos. Se llevan bien con el PP y eso no sabemos si es bueno o malo. En cualquier caso, tendrán que pedir permiso antes de levantar la mano.


Dejo para el final a mis compis los medios. Por suerte cada vez somos más los periodistas que contamos la actualidad local. La cobertura de la campaña está siendo más que sobresaliente. Eso no quita que surjan frikis con micro o caciques casposos. Ya ven, en todas las familias hay garbanzos podridos. Ellos se crían y alguien los junta.

viernes, 3 de abril de 2015

Crónica política preelectoral 2015

Leganés respira incertidumbre. A escasos 50 días de la celebración de las elecciones municipales y autonómicas al fin conocemos a las personas que concurrirán como cabezas de lista de sus respectivos partidos a los comicios locales, pero nadie puede aventurar un resultado fiable para todos y cada uno de ellos.

Partido Popular, Partido Socialista, Unión por Leganés, Izquierda Unida, Leganemos, Ciudadanos y Unión Progreso y Democracia aspiran unos a repetir y otros a entrar en la Corporación del Ayuntamiento de Leganés. De todos ellos sólo el candidato de ULEG lo había sido con anterioridad, así que el factor “cara nueva” a priori no será decisivo.

El Partido Popular –en el Gobierno esta última legislatura- despejó la incógnita a ultimísima hora para nombrar a la actual Viceconsejera de Empleo María Eugenia Carballedo como candidata a la alcaldía. A Carballedo la han encerrado con seis Miuras en La Cubierta, sin cuadrilla y sin muleta.

La primera de sus medidas ha sido medir muy mucho sus declaraciones, sus apariciones y lógicamente sus compañías. Las prisas no son buenas y en política cuando uno no sabe o no tiene nada que decir, lo mejor es buscar refugio y esperar a que amaine.

Sus aproximaciones a la vida política y mediática leganense se han realizado en contadas reuniones en su propio despacho o vía telefónica y no sólo con miembros del Partido Popular. A partir del próximo lunes comienza a funcionar su agenda, principalmente la extraoficial, que es la más importante: muy pocos serán sus elegidos. Génova ha puesto al aparato a currar y algo saben de esto.

Lo del PSOE es más de lo mismo, incluso peor. La lista que le han encasquetado a Santiago Llorente nos devuelve a los 90 pero más tirando a rancio que a “vintage”. Me quito el sombrero ante los que han perpetrado este asalto a la Agrupación Socialista con una magistral clase de fontanería política no sin la inestimable ayuda y colaboración directa de “papá” Simancas.

ULEG llega con el aval del incesante trabajo pero con la sombra de una legislatura marcada por la bronca continua. La política es trabajo por el vecino y respeto al adversario. Lo primero lo bordan, lo segundo lo olvidaron. Delgado afronta sus cuartas elecciones consecutivas como cabeza de lista. En tiempos de regeneración política y presunto fin del bipartidismo ha llegado su hora para bien o para mal.

Izquierda Unida presenta al diputado Rubén Bejarano con el objetivo de mantener un electorado que en Leganés siempre le ha sido fiel a la coalición de izquierdas, incluso en las pasadas europeas a pesar de la irrupción de Podemos. Habrá que calibrar si la salida de algunos de sus afiliados con dirección a Leganemos hace mella, aunque en cualquier caso ese voto ni estaba ni se quedaría en IU. Lo cierto es que IU afronta uno de los momentos más críticos de su historia.

Leganemos llega en el momento justo al lugar adecuado y a través de un proceso teledirigido. Sus pergeñadores aspiraban a un cargo y al fin lo han conseguido. Poco discurso concreto y mucho hablar de acabar con la casta, aunque buena parte de ellos lo son desde hace años. Todo apunta a que Leganemos conseguirá representación significativa en el arco político leganense y se les mirará con lupa.

Ciudadanos puede ser la gran sorpresa de las próximas elecciones. Con dificultades para configurar una lista con ADN pepinero, en este momento les sobra con el naranjito para obtener rédito político. Veremos para qué portería chutan cuando tengan que levantar la mano.

UPyD se aferra a su trabajo ciudadano, aunque lo lógico es que vuelvan a quedarse fuera del Ayuntamiento. La coherencia de su discurso no será suficiente y la corriente mediática y política nacional seguramente les cerrará la puerta de La Roca.

Con estos mimbres todo puede pasar y lo que es aún más difícil, cualquiera puede gobernar… otra cosa es que le dejen.