viernes, 3 de abril de 2015

Crónica política preelectoral 2015

Leganés respira incertidumbre. A escasos 50 días de la celebración de las elecciones municipales y autonómicas al fin conocemos a las personas que concurrirán como cabezas de lista de sus respectivos partidos a los comicios locales, pero nadie puede aventurar un resultado fiable para todos y cada uno de ellos.

Partido Popular, Partido Socialista, Unión por Leganés, Izquierda Unida, Leganemos, Ciudadanos y Unión Progreso y Democracia aspiran unos a repetir y otros a entrar en la Corporación del Ayuntamiento de Leganés. De todos ellos sólo el candidato de ULEG lo había sido con anterioridad, así que el factor “cara nueva” a priori no será decisivo.

El Partido Popular –en el Gobierno esta última legislatura- despejó la incógnita a ultimísima hora para nombrar a la actual Viceconsejera de Empleo María Eugenia Carballedo como candidata a la alcaldía. A Carballedo la han encerrado con seis Miuras en La Cubierta, sin cuadrilla y sin muleta.

La primera de sus medidas ha sido medir muy mucho sus declaraciones, sus apariciones y lógicamente sus compañías. Las prisas no son buenas y en política cuando uno no sabe o no tiene nada que decir, lo mejor es buscar refugio y esperar a que amaine.

Sus aproximaciones a la vida política y mediática leganense se han realizado en contadas reuniones en su propio despacho o vía telefónica y no sólo con miembros del Partido Popular. A partir del próximo lunes comienza a funcionar su agenda, principalmente la extraoficial, que es la más importante: muy pocos serán sus elegidos. Génova ha puesto al aparato a currar y algo saben de esto.

Lo del PSOE es más de lo mismo, incluso peor. La lista que le han encasquetado a Santiago Llorente nos devuelve a los 90 pero más tirando a rancio que a “vintage”. Me quito el sombrero ante los que han perpetrado este asalto a la Agrupación Socialista con una magistral clase de fontanería política no sin la inestimable ayuda y colaboración directa de “papá” Simancas.

ULEG llega con el aval del incesante trabajo pero con la sombra de una legislatura marcada por la bronca continua. La política es trabajo por el vecino y respeto al adversario. Lo primero lo bordan, lo segundo lo olvidaron. Delgado afronta sus cuartas elecciones consecutivas como cabeza de lista. En tiempos de regeneración política y presunto fin del bipartidismo ha llegado su hora para bien o para mal.

Izquierda Unida presenta al diputado Rubén Bejarano con el objetivo de mantener un electorado que en Leganés siempre le ha sido fiel a la coalición de izquierdas, incluso en las pasadas europeas a pesar de la irrupción de Podemos. Habrá que calibrar si la salida de algunos de sus afiliados con dirección a Leganemos hace mella, aunque en cualquier caso ese voto ni estaba ni se quedaría en IU. Lo cierto es que IU afronta uno de los momentos más críticos de su historia.

Leganemos llega en el momento justo al lugar adecuado y a través de un proceso teledirigido. Sus pergeñadores aspiraban a un cargo y al fin lo han conseguido. Poco discurso concreto y mucho hablar de acabar con la casta, aunque buena parte de ellos lo son desde hace años. Todo apunta a que Leganemos conseguirá representación significativa en el arco político leganense y se les mirará con lupa.

Ciudadanos puede ser la gran sorpresa de las próximas elecciones. Con dificultades para configurar una lista con ADN pepinero, en este momento les sobra con el naranjito para obtener rédito político. Veremos para qué portería chutan cuando tengan que levantar la mano.

UPyD se aferra a su trabajo ciudadano, aunque lo lógico es que vuelvan a quedarse fuera del Ayuntamiento. La coherencia de su discurso no será suficiente y la corriente mediática y política nacional seguramente les cerrará la puerta de La Roca.

Con estos mimbres todo puede pasar y lo que es aún más difícil, cualquiera puede gobernar… otra cosa es que le dejen.